Hola

Mi primera experiencia con el yoga fue a los 15 años, cuando mi madre, viendo la turbulencia propia de la adolescencia, decidió regalarme un curso. En ese momento, quizás no entendí la importancia de esa práctica, pero años después, tras la pérdida de mis padres y enfrentando una profunda depresión, volví al yoga. Fue ahí cuando realmente comprendí su poder sanador, tanto física como emocionalmente. Durante ese proceso, conocí a mi primera maestra de yoga, la cual me incentivo a continuar en este camino, año 2017. Desde entonces, he continuado mi práctica y hoy curso un instructorado de Hatha Yoga de 300 horas en EMAAY, Quilpué.

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Paralelamente, siempre tuve una vocación por la educación. En 2008, comencé a estudiar educación parvularia, pero por circunstancias económicas no pude continuar. A pesar de ello, mi deseo de enseñar y ayudar a los demás nunca desapareció. Aunque mi camino profesional me llevó a trabajar en otros ámbitos, mi corazón siempre estuvo ligado a la educación y el bienestar de los más pequeños. Con el tiempo, complementé mis estudios con formación en yoga, educación emocional y bienestar integral, uniendo así mis dos grandes pasiones.

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Hoy, resido en Quilpué junto a mi esposo, lugar donde he fusionado el yoga y la educación para crear espacios de bienestar, tanto para niños como para adultos. Todo lo que comparto a través de esta página es el fruto de años de estudio, dedicación y amor por lo que hago. Mi objetivo es que, juntos, encontremos el equilibrio y la paz que todos necesitamos en nuestras vidas.

Gracias por estar aquí y permitirme ser parte de tu camino hacia el bienestar.

Con cariño,
Dani Pantoja V.