El primer paso para manejar este tipo de estrés es reconocer que está presente. Muchas veces, los padres ignoran los signos tempranos del estrés hasta que se vuelve abrumador. Una vez que se es consciente de esta situación, es
recomendable:
1. Poner límites claros entre las obligaciones laborales y familiares. Si trabajas desde casa, por ejemplo, puedes establecer horarios definidos para dedicar tiempo a los niños sin interrupciones laborales.
2. Delegar tareas. No se trata de cargar todo el peso del hogar en una sola persona. Compartir las responsabilidades con la pareja o incluso con los hijos (en función de sus edades) puede ser una gran ayuda.
3. Buscar momentos de autocuidado. Esto incluye actividades que ayuden a los padres a desconectar, como leer, meditar, hacer ejercicio o simplemente tomar un baño relajante. Además, hablar sobre el estrés parental abiertamente, ya sea con amigos o en redes de apoyo, también es una excelente manera de reducir la carga emocional. Estas conversaciones permiten normalizar el hecho de que no es necesario ser "perfecto" para ser un buen padre o madre.
Además, hablar sobre el estrés parental abiertamente, ya sea con amigos o en redes de apoyo, también es una excelente manera de reducir la carga emocional. Estas conversaciones permiten normalizar el hecho de que no es necesario ser "perfecto" para ser un buen padre o madre.
Referencias:
American Psychological Association. Parental stress: Effects on families. (2022). https://www.apa.org/helpcenter/ parental-stress
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