Nunca fui constante con nada… hasta que entendí esto

Daniela Pantoja V.
11 jun
2 Min. de lectura

Durante mucho tiempo pensé que no era disciplinada. Que la constancia no era para mí. Empezaba proyectos, rutinas o ideas con entusiasmo… pero al poco tiempo, lo dejaba todo. Hoy entiendo que no era falta de voluntad. Era que no estaba escuchando lo que mi alma realmente necesitaba. Fue a través del yoga, del autoconocimiento y de un trabajo profundo conmigo misma que descubrí tres verdades que lo cambiaron todo:

✨ 1. No era falta de disciplina.

Era no ver el precio de seguir igual.

No avanzar también tiene un costo:

💔 Paz mental

💔 Energía

💔 Libertad

✨ 2. No era que no sirviera. Era que no tenía claro para qué quería hacerlo.

Cuando no te emociona tu propósito, es fácil soltarlo.

La constancia nace del sentido, no del deber.

✨ 3. No era falta de oportunidades.

Era que seguía actuando como mi versión antigua, esperando resultados nuevos.

Y eso, simplemente, no funciona.

🌱 La transformación empieza cuando ya no quieres seguir igual

Ese momento en que algo en tu interior dice: "ya no más así", es el verdadero inicio del cambio.Y es desde ahí donde nace la verdadera constancia: no como obligación, sino como consecuencia natural de reconectar contigo misma.

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